En la anterior entrega de esta nuestra guía para comprar un sobremesa para jugar ya comentamos dos de los principales componentes: microprocesador y placa base, eligiendo un Intel Q9450 de cuatro núcleos y una placa XFX con chipset nForce 790i. Por ahora ya llevamos unos 600 euros (a razón de 300 por cada uno de los anteriores componentes).
¿Qué toca hoy?. Está cantado: tarjeta gráfica, posiblemente el componente que más importancia tenga en esto de jugar con el ordenador, aunque también hablaremos sobre las memorias RAM. ¿Qué cantidad elegir?. Recordemos que nuestra placa es compatible con DDR3, así que procuraremos aprovecharla.
Tarjeta(s) gráfica(s)
Complejo, complejísimo es el mundo de las tarjetas gráficas. Tenemos, principalmente, dos fabricantes de procesadores gráficos (GPUs): nVidia y ATi, los cuales están realizando una excelente labor en los últimos meses, pero que hay que remarcar la superioridad de uno de ellos: nVidia.
Y vamos a aprovechar que, ya que disponemos del último chipset nForce 790i, utilizaremos uno de los últimos lanzamientos de NVidia: GeForce 9800 GTX, más concretamente el modelo GeForce 9800 GTX 512MB DDR3 XT fabricado por XFX, que tiene un precio de 300 euros. Ya casi llegamos a los mil.
Hemos elegido NVidia dado que es la que está ofreciendo un mejor rendimiento en los últimos meses, y además porque las últimas 9 Series están dando unos rendimientos realmente buenos en comparación con las 8 Series de NVidia. Por ejemplo, esta 9800 GTX ofrece aproximadamente unos datos un 7% superiores a los de la 8800 GTX, según publican en TomsHardware.
La opción ideal sería ir a pagar 500 euros por la GeForce 9800 GX2, pero una vez visto que el rendimiento de dos 9800 GTX es superior al de una 9800 GX2 por un precio que sería muy parecido, la cosa queda más clara: 9800 GTX. Además aprovecharíamos la opción de comprar una tarjeta y luego ampliarla a un SLI.
La idea inicial es precisamente esa, adquirir de inicio una única gráfica, aunque es recomendable al menos disponer de un SLI de dos 9800 GTX, si bien podemos incluso montar un 3-Way con tres 9800 GTX, el máximo que nos permite la placa. El rendimiento mejora notablemente, aunque la variación al añadir la segunda es bastante más grande que al añadir la tercera.
Si gastarse 300 euros en una tarjeta gráfica puede parecer excederse un poco, podemos ir a otras opciones más baratas. Por ejemplo, la GeForce 8800 GTS de 512 MB ofrece un rendimiento excepcional también con el chipset G92, el mismo que el de la 9800 GTX y las 9800 GX2. El precio de esta 8800 GTS de 512 MB es de unos 200 euros, y por supuesto podemos montarlas en SLI.
Más información | XFX.
Memoria RAM
La placa base que anteriormente hemos elegido tiene cuatro slots para módulos RAM, compatibles con Dual Channel de dos en dos, y dado que las memorias DDR3 están bastante caras a día de hoy, vamos a empezar a economizar por aquí lo que nos hemos gastado en los otros componentes.
Bajo un sistema Windows XP (daremos por sentado que tenemos que comprarnos un Windows para jugar), 2 GB de memoria debería dar de sobra. Es decir, dos módulos de 1 GB cada uno.
Buscando un poco he encontrado una tienda online española que vende un módulo de 1 GB de memoria OCZ DDR3 por 50 euros. Más concretamente es el OCZ3G10661G y, ofreciendo unas latencias de 7-7-7-21, es bastante difícil superar esta oferta a no ser que nos vayamos ya a los 150 euros por módulo en algunos modelos de Kingston.
En principio con los dos módulos de 1 GB cada uno debería darnos una estabilidad al sistema más que suficiente, aunque es posible que bajo un sistema Windows Vista la cosa se resienta, ya que desde la pantalla inicial el sistema utiliza 1 GB de la memoria RAM que se ve incrementado a medida que le damos tiempo de uso. En el caso en que queramos utilizar Windows Vista para aprovechar el DirectX, deberemos incrementar la memoria a, al menos, 3 GB para así poder tener un par libres.
Nosotros contaremos con que jugaremos bajo Windows XP, y por ello añadiremos 100 euros que es lo que valen dos módulos de 1 GB cada uno de esta memoria RAM de OCZ.
Al igual que lo ocurrido con la tarjeta gráfica, con la memoria RAM podemos partir de una base (2 GB) y luego incrementarla (hasta los 4 GB, por ejemplo) o esperar a que pase un tiempo y ya se hayan generalizado las DDR3, entonces bajarán de precio y podremos comprar mejores módulos a precios más asequibles.
Más información | OCZ.
Y recordemos: 300 euros de microprocesador, otros 300 de placa, 300 más de tarjeta gráfica (a los que más tarde deberíamos ahorrar y añadir otros 300 para montar un SLI), y ahora 100 de los módulos de memoria: botón de subtotal y llevamos 1000 euros y nos quedan aún unas cuantas cosas.
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