Aparece una noticia en la que de una forma alarmante el FBI declara que los militares norteamericanos podrían estar haciendo uso de equipamiento informático "falso".
Pero esta copia, fruto de un delicado trabajo de falsificación, no supondría mayor preocupación de no ser por el cada vez mayor temor de que en el diseño de estos semiconductores haya sido introducido un troyano con el fin de apoderarse de información confidencial. Estos chips, presentes en los dispositivos más cotidianos "Made in China" de nuestros hogares y trabajos (como los routers), podrían estar llevando a cabo un mayor número de funciones de las deseables.
Esta problemática, ya arrastrada desde hace años y con difícil solución hace perder al mercado legítimo de fabricantes de hardware millones de dólares y una elevada cantidad de clientes. Sin embargo, parece que ahora se empieza a tener en mente el factor de la seguridad, más aún cuando han sido descubiertas perfectas réplicas que ni las etiquetas holográficas de Cisco son capaces de diferenciar, y que podrían estar llevando a cabo una labor de espionaje (aunque otras salen ardiendo).
Y aunque Cisco declara no haber encontrado puerta trasera alguna tras un detenido escrutinio de este material falso, siempre nos queda la sospecha de que pueda no haber sido localizado en sus productos o en el de otros fabricantes. ¿Solución? No existe, hoy por hoy, a no ser que estemos a tiempo de volver al pasado.
Pero esta copia, fruto de un delicado trabajo de falsificación, no supondría mayor preocupación de no ser por el cada vez mayor temor de que en el diseño de estos semiconductores haya sido introducido un troyano con el fin de apoderarse de información confidencial. Estos chips, presentes en los dispositivos más cotidianos "Made in China" de nuestros hogares y trabajos (como los routers), podrían estar llevando a cabo un mayor número de funciones de las deseables.
Esta problemática, ya arrastrada desde hace años y con difícil solución hace perder al mercado legítimo de fabricantes de hardware millones de dólares y una elevada cantidad de clientes. Sin embargo, parece que ahora se empieza a tener en mente el factor de la seguridad, más aún cuando han sido descubiertas perfectas réplicas que ni las etiquetas holográficas de Cisco son capaces de diferenciar, y que podrían estar llevando a cabo una labor de espionaje (aunque otras salen ardiendo).
Y aunque Cisco declara no haber encontrado puerta trasera alguna tras un detenido escrutinio de este material falso, siempre nos queda la sospecha de que pueda no haber sido localizado en sus productos o en el de otros fabricantes. ¿Solución? No existe, hoy por hoy, a no ser que estemos a tiempo de volver al pasado.
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